Este avance ha sido posible gracias a la utilización de un dron submarino, una tecnología clave para explorar zonas inaccesibles para el buceo convencional.

La expedición tenía como objetivo continuar con los trabajos de exploración de la cueva, sin embargo, el dron descendió hasta los 140.5 metros. Esta cifra convierte a la cueva en la más profunda de su tipo en España.

El proyecto ha contado con la participación de espeleólogos de Alhaurín el Grande, el Grupo de Pasos Largos y el Grupo de Espeleólogos Granadinos, así como el director del Parque Natural Sierra de Castril.

Antonio J. Moreno, uno de los responsables del proyecto y propietario del robot, ha destacado el potencial de la cueva para futuras exploraciones, y el equipo ya planea nuevas inmersiones con un dron de mayor alcance y un cable más largo, con el fin de seguir ampliando el conocimiento de esta cavidad. "Lo más normal es que abajo sea más grande y lleguemos a un punto que sea laberíntico", ha explicado el espeleólogo en declaraciones a Antena 3.

Un avance impulsado por la tecnología. Por el uso de drones submarinos, imprescindibles para alcanzar tales profundidades.

Lejos de las cuevas más profundas de Europa. A pesar de su impresionante profundidad, la cueva aun está lejos de los registros europeos mas destacados.

En cualquier caso, este descubrimiento supone un importante avance en el conocimiento del sistema kárstico de la Sierra de Castril. Y refuerza la importancia de la exploración espeleológica en España, un campo que sigue ofreciendo muchos descubrimientos y desafíos.